La potente alianza entre la agricultura y la producción porcina que despega en el sudeste cordobés
22 junio, 2023
De la mano del maíz, en esa región crecen los casos de productores que invierten en proyectos con esa carne.
Las últimas dos décadas fueron testigo de un cambio impensado dentro de una cultura de consumo de carnes predominantemente vacuna en el país. El hábito de consumo anual de la carne porcina hasta este periodo consistía en embutidos, fiambres y consumo en fresco para las fiestas generalmente. Sin embargo, desde comienzos de 2000 el consumo en fresco empezó a crecer de una manera increíble, al punto que hoy se encuentra entre los 17 y 19 kg por habitante/año y mantiene las expectativas de crecimiento.
Las causas de este crecimiento en el consumo en fresco, del 100% entre el 2010 y el 2020, son como casi siempre multifactoriales, pero siempre hay una que predomina y ésta fue la calidad. El consumo en fresco que se concentraba generalmente para las fiestas se componía de animales de diversos tipos de crianzas y alimentaciones que determinaban en carnes de calidades variables y sospechosas. La crianza en sistemas confinados permitió controlar el ambiente y la alimentación para generar constantemente carnes de mayor calidad.